nov. 3, 2021, 11:45
by
laurent schwartz
Aunque el rendimiento académico, el rigor y las calificaciones desempeñan un papel fundamental para que los ninis consigan un empleo, no hay que pasar por alto la importancia de las aptitudes interpersonales; el mejor rendimiento académico del mundo no garantiza a los ninis el acceso al empleo, y mucho menos al trabajo de sus sueños.
Por supuesto, los empresarios buscan contratar a jóvenes licenciados con conocimientos técnicos, pero también quieren que tengan ese "algo más" que les haga idóneos para la empresa: las habilidades blandas, esas competencias adicionales que no se pueden evaluar con exámenes.
Evaluar el déficit de competencias
Tenemos regularmente estudiantes en prácticas con nosotros -jóvenes que participan en muchos programas locales de aprendizaje e incluso han sido contratados como aprendices-, así que he visto de primera mano las lagunas de empleabilidad o de habilidades blandas que tienen los jóvenes.
Muchos no se dan cuenta de que, como aprendices recién salidos de la escuela o la universidad, en realidad están costando dinero a sus empleadores en lugar de generar dinero para la empresa. Se han cualificado y, comprensiblemente (hasta cierto punto), piensan que eso significa que están más que cualificados para ocupar el puesto. Sin embargo, como le dirá cualquier empleador, las habilidades blandas suelen ser más importantes que las técnicas.
Habilidades valoradas
Una de las razones por las que los ninis no tienen empleo podría atribuirse al hecho de que más del "69% de las empresas creen que los centros de enseñanza secundaria no son eficaces a la hora de preparar a los jóvenes para el trabajo".
En la actualidad, las cinco competencias básicas más valoradas y, por tanto, más buscadas por las empresas son la comunicación (88%), la alfabetización (69%), la aritmética (64%), la informática (56%) y el trabajo en equipo (53%)". Las empresas creen que "...el asesoramiento profesional debería incluir la experiencia laboral (64%), el encuentro con empresarios y empleados (62%) y la vinculación del aprendizaje curricular con las carreras profesionales (45%)".
Desarrollar las habilidades necesarias
Los proveedores de formación pueden asegurarse de que sus estudiantes salgan de la formación con las habilidades académicas necesarias, así como con las habilidades interpersonales.
Aquí tienes algunas ideas:Cursos prácticos basados en el mundo real de los negocios: Los cursos que muestran a los estudiantes cómo causar la mejor primera impresión son importantes. Saber redactar un CV impactante, crear un portafolio o presentar una idea, por ejemplo, son tareas sencillas, pero forman parte de los fundamentos de cualquier negocio. Sorprendentemente, muchos estudiantes llegan completamente desprevenidos en todos estos frentes.
Juegos de rol: es increíblemente útil representar situaciones a las que los alumnos pueden enfrentarse en el mundo laboral. Algunos ejemplos de escenarios son: aceptar las críticas de forma constructiva, tratar con un cliente difícil, sugerir mejoras en la eficiencia de la empresa de forma correcta o actuar como representante tras los clientes de la empresa de forma profesional.
Un día en la vida de la empresa: Organice que los estudiantes realicen un día de prácticas en una empresa local, idealmente una que esté orientada al cliente, para que sus habilidades generales se pongan a prueba en la vida real. Por ejemplo, se les puede pedir que den la bienvenida a los visitantes de la empresa, que creen una lista de tareas prioritarias o que contribuyan a una lluvia de ideas del equipo. Al final de la jornada, el alumno debe recibir una respuesta sincera sobre lo que ha hecho bien y las áreas que debe mejorar. Los comentarios pueden incluir la puntualidad, el comportamiento, la gestión del tiempo, el trabajo en equipo, la capacidad de trabajar de forma independiente, el cumplimiento del código de vestimenta y las políticas de la empresa relativas, por ejemplo, al uso del teléfono móvil.
En nuestra opinión, la experiencia laboral desempeña un papel fundamental en el desarrollo de las competencias sociales. Pero hay predisposiciones en cada uno de nosotros que facilitan o dificultan la adquisición de estas habilidades clave. En este sentido, las pruebas de habilidades blandas son una buena forma de hacer balance, identificar áreas de riesgo en las que se necesita más vigilancia y esfuerzo, y detectar habilidades latentes que serán verdaderos activos para atraer a una empresa.